Publicado el 05/ene/2022

Autor: Emilio Gómez de la Torre


En la última década, las empresas mineras han estado trabajando para encontrar formas de incluir soluciones sostenibles en su cadena de valor y hacerlas parte de su estrategia de negocio. Tal es así que, hace algunos meses, el Consejo Internacional de Minería y Metales (ICMM) y sus miembros se comprometieron a una meta de cero emisiones netas de gases de efecto invernadero (GEI) de Alcance 1 y 2 para 2050 o antes. Los CEOs de las principales empresas mineras de todo el mundo expresaron su intención de acelerar las acciones en materia de desarrollo sostenible, con el objetivo de potenciar el enfoque hacia una minería responsable. El compromiso se hizo público días antes de la Conferencia sobre el Clima de las Naciones Unidas de 2021 (COP21), donde por primera vez, se hizo un oficializó la determinación de eliminar gradualmente la energía del carbón, en línea con las ambiciones del Acuerdo de París (UN Climate Change Conference UK, 2021).

 
 

Si bien la reducción de las emisiones de carbono es un tema primordial, el concepto de economía circular aborda un tema igualmente relevante: la gestión de residuos. El mundo ha dependido de un modelo económico lineal durante décadas, contribuyendo a la sobre extracción de materias primas, así como a la acumulación de residuos. Los conceptos de circularidad aparecen como una importante oportunidad para alcanzar los objetivos de sostenibilidad y gestión medioambiental de la industria.

La economía circular replica el modelo cíclico del proceso biológico: se refiere a la aplicación de los conceptos de reutilización, reparación o reciclaje de recursos o materiales que son tradicionalmente percibidos como residuos, y su reintroducción en la cadena de valor (Ellen MacArthur Foundation, 2011). Es un enfoque sistémico que se basa en la optimización, y tiene como objetivo aumentar el valor de los recursos de una empresa, así como reducir el impacto de la actividad industrial.

Circular Economy WEF

Fuente: Kirchherr, et al., 2017

El integrar modelos de economía circular en la estrategia no es ajeno a la industria minera. Un gran ejemplo de ello proviene de Nexa, empresa minera brasileña que ha centrado sus esfuerzos en cómo mejorar la utilización de sus recursos y los residuos que producen. El mayor caso de éxito es Morro Agudo, una mina 100% sin residuos en la región de Paracatu en Brasil, que transforma los residuos de sus relaves para crear el Zincal 200, un insumo que posteriormente es utilizado para el control de la acidez de los suelos en territorios utilizados para la agricultura local (El Comercio, 2020). Perú no se queda atrás. Antamina, empresa minera peruana referente en la gestión sostenible de sus operaciones, viene desde el 2018 reutilizando el aceite de los camiones de acarreo (Antamina, 2019, p.55 y p.64). El aceite es reutilizado como insumo en el proceso de voladura completando el ciclo circular del aceite utilizado, reduciendo significativamente los costos de ese proceso y disminuyendo el impacto ambiental. De igual forma lo hace la chilena Codelco, que hace mención del apoyo de sus socios estratégicos para la implementación de esa iniciativa (Codelco, 2021). Otro caso interesante es el de la disposición de los neumáticos OTR, problemática transversal que viene siendo abordada por distintas empresas mineras a nivel global. Este fue uno de los primeros desafíos propuestos por la iniciativa SAMMI-Cluster Minero Andino, en donde a partir del caucho de los neumáticos usados se podrían generar subproductos para distintos mercados.

A modo de reflexión, destaco 3 puntos:

  1. La visión común de las empresas mineras para alinear sus objetivos en términos de sostenibilidad y descarbonización.

  2. Los casos de éxitos y buenas prácticas que viene generando la industria minera en términos de economía circular, las cuales representan una oportunidad de replicarse en otras operaciones mineras y hasta en otras industrias.

  3. La innovación como fuente de generación de diferentes enfoques de solución para los desafíos de la industria (coincidentemente los 3 casos presentados en este articulo parten de iniciativas de innovación abierta en sus respectivos programas).

 

Referencias: