Publicado el 08/feb/2022

Autor: Hélène De Villiers-Piaget (extraído de The World Economic Forum)


 

  • Las empresas mineras afirman que su riesgo número uno es el déficit de confianza que tienen con las comunidades locales.
  • Un nuevo informe de la Responsible Mining Foundation muestra cómo un mejor y más transparente uso de los datos puede ayudar a cerrar esta brecha.
  • Con buena voluntad y perseverancia en todo el sector, estas mejores prácticas sugeridas pueden normalizarse en toda la industria.

 

Por segundo año consecutivo, las empresas mineras han reconocido que su déficit de confianza con las comunidades impactadas por su actividad, es decir, la falta de la licencia social para operar es su riesgo número uno. Si bien las expectativas de la sociedad están en constante evolución, las empresas a menudo lamentan los retrasos y los costos a sus operaciones causados ​​por los conflictos con las comunidades locales, y utilizan cada vez más, sistemas de alerta temprana para rastrear percepciones negativas dentro de las poblaciones locales y planificar medidas de mitigación. Al mismo tiempo, accionistas, financistas e instituciones financieras junto con los usuarios finales de los minerales y metales están ejerciendo más presión sobre las empresas mineras a gran escala para que divulguen información de interés público a nivel de cada operación minera. Pero la mayoría de las empresas continúan resistiéndose a estos pedidos de divulgación de información a nivel de activos, a pesar de que la divulgación proactiva de información de interés público a nivel de la mina, junto con un compromiso abierto y honesto con los stakeholders locales, es un primer y crucial paso para generar confianza y demostrar respeto a las comunidades vecinas.

Desconexión entre los compromisos corporativos y la acción en la operación minera


La falta generalizada de datos a nivel de operación minera es uno de los hallazgos clave del Informe RMI 2020, que fue publicado recientemente por la Responsible Mining Foundation. El Informe es una evaluación basada en evidencia de las políticas y prácticas económicas, ambientales, sociales y de gobernanza (EESG) de 38 empresas mineras de gran escala y una evaluación más enfocada de 180 de sus operaciones mineras en 45 países.

El informe destaca una desconexión entre las políticas y normas de toda la empresa y las acciones en las operaciones mineras, donde los impactos de la minería son más evidentes. Las empresas a menudo muestran poca o ninguna evidencia de compartir información a nivel de operación minera sobre temas de gran interés público para las comunidades vecinas, los trabajadores, los gobiernos, los inversionistas y los usuarios finales. Del mismo modo, hay muy poca evidencia de que las empresas se involucren y compartan con stakeholders locales acerca de estos temas que incluyen, por ejemplo, adquisiciones locales, mecanismos de reclamo o calidad del aire y el agua. De las 180 operaciones mineras evaluadas, solo una de ellas obtuvo una puntuación superior al 50%, mientras que 145 obtienen una puntuación inferior al 20% y 45 operaciones mineras obtienen una puntuación de cero en los 10 indicadores. Y ninguna de las empresas muestra un desempeño consistente en todos los sitios mineros que poseen u operan.
 

Figure 1: Huge gaps exist in mine-site-level data
Imagen: Responsible Mining Foundation
Existen enormes brechas en los datos a nivel del sitio de la mina.


Disponibilidad de buenos modelos para compartir datos


El Informe RMI 2020 muestra que sí se puede lograr: las empresas mineras están demostrando colectivamente una variedad de buenas prácticas y están demostrando que la minería responsable se puede lograr tanto a nivel corporativo como a nivel de operación minera. Si una empresa pudiese lograr los puntajes más altos para cada uno de los 71 indicadores, alcanzaría más del 70% del puntaje máximo alcanzable. De manera similar, si un sitio minero lograra todos los puntajes más altos para los indicadores de nivel de activos, obtendría un puntaje superior al 80%. Por lo tanto, si las empresas actuaran de manera más intencional para adoptar sistemáticamente las buenas prácticas que ya se observan en el sector, contribuirían en gran medida a cumplir con las expectativas de la sociedad.

Además, el informe destaca unos 70 ejemplos de prácticas ejemplares, incluidas varias relacionadas con difusión a nivel de operación minera que se alinean con los principios de datos abiertos, eso es, hacer que la información sea accesible, comprensible y útil para los inversionistas y las stakeholders locales.

Por ejemplo, los casos resumidos a continuación destacan el intercambio abierto de datos a nivel de operación minera:

Empleo local

La operación Iduapriem de Anglogold Ashanti en Ghana publicó un Informe de Divulgación de Empleo Comunitario (Community Employment Disclosure Report) que muestra datos de empleo para el período comprendido entre enero y julio de 2019. Este informe incluye datos de empleo detallados por género, número de personas contratadas por comunidad anfitriona, clasificados por calificado, semi-calificado y empleados no calificados. Además, también expone datos sobre el número de personas empleadas en comparación con el número de personas de las comunidades anfitrionas que solicitaron empleo en la mina.

Compras locales

La operación Oyu Tolgoi de Rio Tinto hace un seguimiento de sus adquisiciones y reporta datos completos por gasto real en comparación con los objetivos establecidos para promover a los proveedores dentro de Mongolia. Los datos recientes muestran el desempeño fiscal del 2017, con adquisiciones locales divididas por tipos de bienes y servicios adquiridos, y gasto total para proveedores nacionales y proveedores de la región de Gobi.

Dolencias de la comunidad

La operación Cadia Valley de Newcrest Mining en Australia tiene un proceso formalizado para registrar e informar el número y la naturaleza de las quejas de la comunidad. En su informe anual de gestión ambiental, la compañía detalla las denuncias recibidas, incluyendo la fecha, lugar y el detalle de la denuncia, así como las acciones realizadas para resolverlas. Además, el sitio web de Cadia Valley brinda acceso al registro de quejas de la comunidad, que se actualiza mensualmente.

 

Factores externos impulsan prácticas más transparentes y responsables


El informe muestra que las empresas de mayor rendimiento y más transparentes tienden a estar sujetas a requisitos específicos establecidos por los inversionistas, o bien por el país productor o por sus países. Un reciente impulsor externo de transparencia se presentó en forma de una solicitud de un grupo de inversionistas en relación con información detallada sobre las instalaciones de almacenamiento de relaves (TSF por sus siglas en inglés) de las empresas mineras a raíz del desastre de relaves de Brumadinho en Brasil el año pasado. Los inversionistas, encabezados por la Junta de Pensiones de la Iglesia de Inglaterra (Church of England Pensions Board) y el Consejo Sueco de Ética (Council on Ethics of the Swedish National Pension Funds), solicitaron a más de 700 empresas extractivas que compartiesen públicamente información sobre la ubicación y la seguridad de sus instalaciones de almacenamiento de relaves, generalmente grandes estructuras de represas que presentan grandes riesgos para las personas y el medio ambiente en caso de fallas. El Informe RMI 2020 encontró que casi la mitad de las 38 empresas evaluadas habían divulgado públicamente el número y la ubicación exacta de sus instalaciones de almacenamiento de relaves, principalmente a través de su respuesta ante la solicitud de los inversionistas.
 

Figure 2: Company disclosures on location and safety of tailings storage facilities

Imagen: Responsible Mining Foundation
Información de la empresa sobre la ubicación y la seguridad de las instalaciones de almacenamiento de relaves.
 

En general, siguen existiendo brechas significativas entre el desempeño y las expectativas de la sociedad.


El resultado final del Informe RMI 2020 es que el desempeño de incluso las empresas con la mejor puntuación sigue estando muy por debajo de las expectativas de la sociedad. Si bien la crisis de COVID-19 ha arrojado más luz sobre la necesidad de transparencia e intercambio abierto de información, se requieren mayores esfuerzos por parte de todas las empresas para desarrollar sistemas sólidos y transparentes para implementar sus compromisos EESG y trabajar en el seguimiento, la revisión y la actuación para mejorar la eficacia de estas acciones. Porque, en última instancia, las empresas no podrán abordar por completo su riesgo número uno sin poder 'saber y mostrar' cuán responsablemente están abordando los problemas que afectan las vidas y los medios de subsistencia de los miembros y trabajadores de la comunidad, y los entornos y las economías de países productores. Ya existen prácticas receptivas y eficientes en algunas operaciones, pero ahora se requiere buena voluntad y perseverancia para normalizarlas en toda la industria.
 



Autor: Hélène De Villiers-Piaget, CEO de Responsible Mining Foundation
Fecha: 20 de julio, 2020
Artículo original: How data can help mining companies tackle their trust deficit (https://www.weforum.org/agenda/2020/07/data-help-mining-companies-tackle-trust-deficit/)
Fotografía de portada: Steve Marcus para Reuters